sábado, 7 de agosto de 2010

El enamoramiento, un estado de demencia temporal.(Fragmento)


El amor es, en términos neurológicos, un estado físico-químico de demencia temporal que también acaba. Suele durar un máximo de cuatro años o hasta que aparece otro ser que despierta esa pasión romántica, y sólo pervive el apego o la compañía hacia una persona.
En el enamoramiento, se activan sustancias químicas en el cerebro que ocupan todas las neuronas y no se puede sino pensar en el ser amado. Por ello, también se le compara con un estado obsesivo compulsivo. Sin embargo, para hablar del tema es necesario diferenciar ese sentimiento del apego y el deseo sexual, que aunque se llega a sentir por muchos individuos , sólo se puede estar enamorado de una persona a la vez.
En sus etapas iniciales la obsesión llega llega a ser tal que las personas dejan de ser productivas; de hecho, algunas de las grandes obras de arte nunca se crearon cuando los autores estaban apasionados, sino después, en el proceso del desamor.
Hasta la gente más brillante, pierde la compostura cuando esta enamorada, porque se activan zonas que controlan las emociones, como el tálamo, la amígdala, el hipotálamo, el hipocampo, el giro cingulado y las partes del sistema límbico.
Aunque estamos diseñados para ello, se entra y sale de este estado porque el cerebro no podría resistir tanto desgaste si se mantuviera así todo el tiempo. Lo asombroso es que el encéfalo se acostumbra a las sustancias liberadas, por lo que, en su caso, está a la espera de que otra persona inicie este proceso.
Este fenómeno le sucede a todos los humanos. Sin embargo, al inicio del proceso, el momento de la atracción, actúa la primera capa de la corteza cerebral prefrontal, donde se toman las decisiones y se resuelve si se asume el riesgo o no.
Si es contrario, la persona deberá utilizar todos los mecanismos necesarios para evadir ese atractivo, pero si se decide comenzar el intercambio químico, se segregarán las sustancias que generan una adicción similar a la de las drogas.
El amor romántico es tan fuerte como el impulso de ingerir alimentos o de tener sed, Se puede controlar en las primeras etapas, pero una vez activado, es imposible detenerlo, aunque sea temporal.
Ismael Carrillo

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