Hasta que no pude encontrar la manera de no pensar en tí, quise detener el tiempo y me di cuenta de que no hay tiempo sin tí. Preferí esperar, pero mis posibilidades tejieron una cuerda de la cual no me pude sostener. Sali de tu corazón, sin antes haber entrado, pues me demostraste que las estrellas son inalcanzables para mí. Quise que mis palabras fueran las más claras al lenguaje de tu corazón y me quedé ahí, con un montón de recuerdos que para tí no fueron más que parte de la vida de dos personas.Y en los encuentros y en las llegadas tardías, el verso que intenté escribir y nunca terminé, se vio compensado por el beso esperado con él; el tiempo, el silencio, la magia de mi estómago y el ahogo de la verdad. Aquella duda que llegó y se quedó, por la ilusión, por ser hoy el mejor día que no durará.Y todas las miradas y el nuevo comienzo con todos los sentimientos rotos por dentro y cada esperanza obligada a salir, por el camino que hay recorrer una vez más. El destino nos puso y nos quito del camino, pero de algún modo, aquí estamos, aunque no seas para mí en este momento. ¿Qué harías si al final, te dieras cuenta de que todo lleva al principio de las cosas y no hubiera una mejor manera de no pensar en mí?
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