martes, 13 de julio de 2010
Esta noche...
Tal vez en unos días suene absurdo, tal vez en unos días, logre aceptarlo y por fin te libere de la jaula de mis deseos constantes, pero hoy, esta noche,no hay nada que desee más en el mundo que, por un segundo, por un instante,me recuerdes...añores el tenerme a tu lado, extrañes el sonido que mi voz provocaba en cada hueco de tu corazón hasta llegar a tu alma, esta noche, deseo tanto tu sufrimiento, porque a mi alrededor, todo se desmorona y no hay señales de tu regreso, esta noche, quiero que pienses en que me has perdido, en que quizás, pude haber sido quien aliviara el frío en el invierno de tu pasado, pero esta noche, estoy sola y la rabia llena mi cabeza de pensamientos confusos, con odio, coraje, desesperación, paro ante todo, cada pensamiento, siendo provocado por ese amor que ahora lánguidece con afán febril de permanecer, un amor que soportó la soledad y el olvido intermitente, que se quedó sentado esperando un tren con la persona amada que nunca llegó, un amor convertido en un caracter más de la eterna consigna escrita a pulso.
Esta noche de nada sirven mis palabras, ni hoy, ni nunca, por que ante los oídos sordos del amante prohibido, estas palabras sólo se deshacen como cenizas del sepulcro, esta noche mi amor te pide a gritos en medio de la oscuridad de mis ciegos ojos, esta noche las lágrimas me ahogan y en su caída condenan con un porvenir vasto de recuerdos renuentes, de risas y de amores trepidantes, esta noche, ya no te amo,esta noche mi amor parte hacia ti, por última vez este veneno dulce embriagará los días y llenará de esperanzas el crepúsculo, esta noche, termina todo, gracias amor gracias por haberme dado el más grande sueño con el que ahora caigo en un abismo, ese sueño al que permanecí abrazada mientras la llama sosegaba mi deseo y enmudeció mis labios; esta noche te digo adiós y espero jamás volver, mi amor no logró llenar tu alma ni desvanecer la escarcha sobre la que tu cuerpo reposa, y hoy te dejo, esperando que algun día, no muy lejano, mires al cielo de tu desdicha y te des cuenta de que ya no te espero, que las llamadas se han acabado y que los escritos con palabras incomprensibles, después de tanto, comienzan a tener sentido, tejiendo una cuerda hacia mi ausencia que sostiene firme el mordaz cuchillo con el que he de arrancar cada palabra arraigada en mi memoria.
Esta noche al ver mi corazón destrozado, me alegra no haberlo colocado ente tus manos, porque ahora, mi cuerpo vacío, deambula por las calles, con la ausencia entre los dedos, mirando al mismo cielo sobre el que se posan tus ojos y libera
un suspiro lleno de vida, motivado por tu aliento, que me anhela en lo lejano...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario