II Uno de los principales arquitectos de la obra, acudió al llamado casi multitudinario de las personas que vivían en el edificio; la condición era cada vez más precaria y, curiosamente, nadie quería hacerse cargo de lo que sucedió. El daño no se remitió a un simple resquebrajamiento interno, las zonas aledañas comenzaron a hundirse hacia el centro, cual si el cuerpo fuera el centro de todo. Los materiales "sofisticados" que formaban la construcción eran los artífices de que el fondo estuviera cercano.
Fue precisamente aquel arquitecto ambicioso, que dedico largos años de su vida a la elaboración del plano que plasmaba, por medio de líneas y puntos convexos, el que se negó a reconocer que miles de detalles se le habían ido de las manos y que ahora su ENORME sueño de concreto estaba por derrumbarse.
III El pasado mes, uno de los encargados de la limpieza del lugar, notificó una fuga en las tuberías de gas. No conocía las consecuencias de un suceso como ese.
El aire impregnado adormeció los sentidos de la mitad de los habitantes; incluyendo a los responsables que, a sabiendas de lo que pasaba, ignoraban todo.
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